Reajuste de 15% en la subvención escolar: menos que suficiente
Juan Torrejón Croveto
Gerente de la Corporación Municipal de Valparaíso para el Desarrollo Social
Enero de 2008
Este reajuste involucra, sin duda, un avance, pero bastante limitado. Téngase en cuenta que estamos hablando en promedio de un incremento mensual de $ 4.500 por alumno que asiste a clases, y no por alumno matriculado, que es el factor determinante de las horas docentes que es preciso contratar y, por ende, del gasto en remuneraciones, ítem que representa sobre el 90 % del total del presupuesto de los establecimientos municipalizados. Si alguien cree, entonces, con el mentado aumento de la subvención se resuelve la insuficiencia de recursos que aflige a la educación pública para atender mejor a niños y adolescentes, quiere decir que vive en otro planeta.
Los colegios particulares subvencionados, que recibirán el mismo reajuste, cobran en promedio aranceles que exceden de los $40.000 mensuales. Para los alumnos que llegan a establecimientos públicos, el Estado dispondrá en adelante, gracias a esta nueva ley, de $34.500 mensuales en promedio, que se comparan con los $74.500, a lo menos, de que disponen los colegios subvencionados pagados o totalmente pagados.
Para agravar las diferencias, los alumnos que llegan a los establecimientos municipalizados provienen en su abrumadora mayoría de hogares modestos y en muchos casos en riesgo social. Sus padres no sólo carecen de recursos para enviarlos a colegios pagados, sino que a menudo registran escasa alfabetización, lo que les dificulta apoyar a sus hijos en el proceso educativo. Tampoco ayudan el pobre equipamiento del hogar, las relaciones familiares conflictuadas y la baja autoestima de muchos de estos menores, que se traduce con frecuencia en conductas agresivas. Estos niños-problema sólo son recibidos en establecimientos públicos, que tienen prohibición de discriminarlos y deben lidiar con sus desajustes psicológicos... con recursos sustancialmente menores.
15 ES POCO RESPECTO DE 100%
Según la Asociación Chilena de Municipalidades, el promedio del déficit presupuestario que agobia al sector educacional público excedió de 25% el año 2007. Así, pues, el reajuste de 15% en el monto de la subvención no cerrará la brecha, sino que la reducirá a un promedio de 10% para el conjunto de las comunas del país.
Este déficit, por otro lado, tenderá a incrementarse por las comprensibles mejoras salariales en función de antigüedad o capacitación contenidas en el Estatuto Docente, ya que el reajuste anual automático de la subvención sólo considera el índice inflacionario.
Desde el estallido de la llamada "revuelta de los pingüinos", los expertos en materia educacional coincidieron en forma unánime en que era urgente un sustancial incremento de la subvención escolar, cifrándolo en cuando menos 50%. Hubo incluso voces muy respetadas, como la de Gonzalo Vial, ex Ministro de Educación del Gobierno de Augusto Pinochet, que abogaban por una duplicación del monto.
¿Cómo se pueden dar pasos significativos en pos de la mejora de la calidad de la enseñanza si los profesores son contratados sólo por las horas efectivas en el aula, ignorándose que resulta imprescindible que ellos dispongan de tiempo para planificar las actividades clase a clase, interiorizarse de nuevas prácticas o métodos pedagógicos y compartir experiencias entre pares? Exigimos a nuestros profesores, en su mayoría profesionales responsables y abnegados, que entreguen muchas horas de trabajo en forma gratuita, ya que en caso contrario el sistema colapsaría, al carecer de recursos para comprar o pagar insumos indispensables (cuentas de agua potable y electricidad, mantención de baños e instalaciones, etc.)
Algunos aducirán que pronto será promulgada la subvención preferencial, que agregará hasta $18.000 por cada alumno "vulnerable", condición que decide la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), en función de parámetros que no han sido suficientemente esclarecidos. En todo caso, tales recursos adicionales deben ser "invertidos" en acciones, medidas o programas que ayuden a superar la brecha de base de los alumnos en esa condición de "vulnerabilidad". En teoría, se trata de una norma impecable, pero cabe preguntarse cómo se resuelve la falta de recursos que nos agobia ahora. Para ofrecer una buena educación a los menores que son acogidos en los establecimientos públicos, con $34.500 mensuales simplemente no alcanza. Habría que poner esta frase con mayúsculas si ello sirviera para hacer tomar conciencia del desafío.
Otros argumentan que no todos los "sostenedores" municipales presentan déficit; que no todos los colegios exhiben malos resultados; que si ocurre lo primero o lo segundo, o ambos nos encontramos, antes que nada, ante un problema de gestión. Hay que decir con todas sus letras, en forma categórica, que los razonamientos de ese tipo constituyen una falacia.
Los sostenedores o municipios que no muestran o vociferan déficit presupuestario en su sector educacional corresponden a comunas de altos ingresos respecto del promedio nacional y que están en condiciones, entonces, de suplementar con fondos propios los aportes fiscales por concepto de subvención escolar. Otros municipios disponen de escaso alumnado o han sido calificados de "pobres" según parámetros que no reflejan todas las manifestaciones de esta condición, pero que les permiten recibir una subvención mayor. Están también diversas comunas rurales, cuyas escuelas tienen costos fijos más bajos y perciben también con una mejor subvención.
Mejor citemos a don Gonzalo Vial. "Al niño vulnerable se lo quiere educar con un gasto inferior al mínimo necesario para educar un niño corriente. Pero es un primer paso, alegan algunos. No, señor, no es ningún paso. En educación, si no se coloca el mínimo de recursos necesario para obtener un efecto, no se obtiene y se pierde todo lo gastado. Si necesito ponerme con cien pesos, mínimo, para enseñar a leer a Juanito, y pongo sólo 50, pierdo los 50. Y si pongo 80, pierdo los 80, porque Juanito necesita 100 y, por tanto, seguirá analfabeto".
UN GRAN SALTO ADELANTE
Los colegios que exhiben buenos resultados suelen ser emblemáticos y por eso mismo concentran el interés de padres y apoderados por matricular a sus hijos en ellos. En general se trata de establecimientos cuyos cursos parten de 1º medio y que a causa de la fuerte demanda, "seleccionan " a los postulantes, dejando sólo a los mejores. ¡Qué bueno por ellos y sus alumnos, pero qué malo que después se entablen comparaciones simplistas que resultan incluso frívolas, ya que no consideran las diferencias que operan en perjuicio de los establecimientos municipalizados.
En definitiva, es una buena noticia que se apruebe un aumento de la subvención, pero insuficiente para visualizar con optimismo el futuro de la enseñanza que recibe la mitad más pobre del país. Mientras la sociedad entera no exija que el discurso de una buena educación para construir mejores oportunidades para todos se traduzca en recursos suficientes, exigencias de metas y resultados, control de su cumplimiento, autonomía y flexibilidad en materia de gestión... mientras todo ello no ocurra, no hay razón para estar de veras satisfechos.
Con la abismante disponibilidad de recursos que merced a la bonanza del cobre ha acumulado el país en vísperas de su Bicentenario, están dadas las condiciones para que dé un paso que asegure de veras el futuro de sus hijos más débiles o vulnerables. Sólo falta la voluntad política.
http://www.granvalparaiso.cl
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home